Argelia Fragoso representa la perfecta unión entre el talento nato y los estudios especializados

Argelia Fragoso representa la perfecta unión entre el talento nato y los estudios especializados, que la llevaron hasta el Conservatorio Franz Liszt de Weimar, en Alemania. Su voz versátil la ha llevado a recorrer disimiles géneros: el son, el pop, el feeling, el bolero y la balada son algunos con los que ha deleitado en los más grandes escenarios del mundo.
Argelia Justina Fragoso Molina nació en la Habana el 14 de mayo de 1957. El amor por la música le viene de sus padres, que le cantaban las canciones tradicionales cubanas y le permitieron codearse con artistas de la talla de César Portillo de la Luz y Ángel Díaz, figuras cumbres del feeling en la Isla.
Ya a la edad de ocho años compartió escenario con las incomparables Moraima Secada, Elena Burke y Omara Portuondo, invitadas de lujo en el aniversario 25 de la Orquesta Aragón. Argelia había sido invitada especialmente por el maestro Rafael Lay, quien conocía a su familia y sabía de sus grandes dotes artísticas.
Al comenzar sus estudios en la Escuela Nacional de Arte (ENA), decidió especializarse en dirección coral, sin dejar de lado sus estudios de piano. En palabras de la propia artista, esta especialidad le permitió conocer más sobre la voz y sus registros y le permitió incursionar en la sinfónica.
Aún como estudiante, fue galardonada con numerosos premios en los Festivales de Música celebrados en Dresde o en el Sopot, en Polonia, en los que participó gracias a las becas de estudios de dirección coral que recibió en Alemania.
Luego de graduarse, Argelia trabaja en el Instituto Superior de Arte (ISA) donde crea el grupo Eco. Más tarde impartió clases en la ENA y en la Escuela de Superación Profesional, junto a Isolina Carrillo, Enriqueta Almanza y Luis Carbonell.
La canción marcó la vida de Argelia Fragoso, especialmente el feeling, género cumbre de la canción romántica cubana. La vida artística en la que se vio inmersa desde muy niña le permitió conocerse en público, en el escenario, y la hizo capaz de apreciar el encuentro íntimo con su público.
Sus presentaciones han sido acompañadas por artistas como Frank Fernández, Yaser Manzano, Rolando Luna, Pancho Amat, Armando Manzanero, Vicente Garrido y Michel Legrand.
Su trabajo artístico la llevó a unir voces populares del mundo en un festival en Cuba que cautivó al público asistente y marcó una antes y un después en los escenarios nacionales. Esta idea nace de los numerosos conciertos y clases que ha impartido por el mundo y de su deseo de que en Cuba se dieran encuentros como esos. Su amor por el magisterio se ve en las maravillosas clases magistrales que ofrece y los talleres que ha organizado en el Amadeo Roldán.
Por su increíble talento, Argelia Fragoso se ha ganado diversos apelativos. La Voz de Oro de Cuba y La Dama de la Canción le hace justicia a una artista de increíbles dotes y un registro vocal que deslumbra a cualquiera que tenga la dicha de escucharla.
Entre sus canciones más conocidas se encuentran: Como murió la flor, Mi ayer, En busca de una nueva flor, Olvidarte y He perdido contigo.
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Argelia Fragoso. Cantante cubana, con habilidades para transitar variados géneros de la canción, con buena dicción y musicalidad perfectas, gran registro de contralto y admirable afinación. Pertenece a la Asociación de Música de la UNEAC. Creadora del evento Encuentro de Voces Populares.[1]

Síntesis biográfica
De formación clásica. Nace en una familia musical; sus padres en su juventud cantaron y en Argelia Fragoso su familia hay músicos profesionales, sus tíos fueron guitarristas y maestros de música que han formado a muchas generaciones de músicos en Cuba, el vínculo con lo más autóctono de la música popular cubana siempre ha acompañado a Argelia. Durante su carrera, curtida con muchos años de estudios y culminados en el conservatorio Franz Liszt, de Weimar, Alemania, recorrió escenarios de América Latina, Europa y los Estados Unidos. Galardonada en numerosos festivales ha compartido escenario con figuras de la talla de Armando Manzanero, Vicente Garrido, el trío Los Panchos y el pianista y compositor Michel Legrand.
Sus inicios
Ya con unos siete años se estrenó en el mundo de la canción, lo hizo a través de uno de los grandes músicos cubanos, Rafael Lay, en la Orquesta Aragón, de mucho prestigio en Cuba y América Latina, en un gran concierto que se hizo en el Teatro Amadeo Roldán en La Habana. Más o menos por esa época ya tocaba el piano, y con unos 8 o 9 años empezó en el conservatorio a estudiarlo. Tras cinco años estudiando piano, se graduó primero en conservatorio elemental, después hizo el nivel medio en dirección coral y canto en La Habana, pero siguió cantando en la televisión y en la radio, porque ya el público la conocía.
A partir de los años setenta empezó a participar en muchos eventos internacionales, concursos de canción, sobre todo en Europa, y al terminar el nivel medio fue a Alemania para cursar los estudios superiores estudiando dirección coral, canto, piano, etc., y continuó cantando, haciendo galas, presentaciones, grabando discos.
A pesar de que su formación fue clásica, ella partió de la música popular. Desde los siete años cantó con la Orquesta Aragón, a compositores cubanos como César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Marta Valdés… a los antiguos, la Vieja Trova, María Teresa Vera, Manuel Corona, Matamoros… ése fue su primer encuentro con la música, y después lo encaminó con la carrera musical sin abandonar la música popular. Impartió clases durante años tras graduarse en nivel medio en la escuela de clase, y a su regreso de Alemania ya graduada fue profesora en el Instituto Superior de Arte, ha realizado muchas giras manteniendo su vinculación con la música clásica a través de las clases de canto, de técnica vocal, piano, arreglos musicales.

Festivales
En 1975 ganó un Premio en el Festival de Dresde, República Democrática Alemana, así como el Gran Premio en el Festival de Sochi, Unión Soviética.
En 1976 tomó parte en el Festival de Sopot, Polonia, y recibió el Premio de la Prensa.
Ha realizado presentaciones en ciudades europeas como Berlín, Praga, Moscú y Sofía.
Vocalizó la canción que sirvió de tema al XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, realizado en La Habana, en 1978.